
«Una vida de película»
Año 1952. La familia Fabelman se agolpa en la entrada de un cine para ver el film ‘The Greatest Show on Earth’. Burt Fabelman, un experto ingeniero, se deshace histriónicamente en explicaciones sobre el funcionamiento cinematográfico. Su hijo Sam, ante su debut absoluto en la pantalla grande, escucha atentamente a su padre. Cuando el proyector comienza a correr y los ojos del chico empiezan a ser testigos por primera vez de esas imágenes en movimiento, queda inmerso en la magia inmediata de un arte que jamás lo abandonará.
‘The Fabelmans’, último largometraje del notable Steven Spielberg, obra como raconto de los años juveniles del director, y sus pasos muy noveles en la industria del cine. El libreto original de la cinta está escrito por el propio Spielberg, con la colaboración de Tony Kushner.
Los Fabelman se presentan como el prototipo de familia ideal, madre, padre y cuatro hijos cercanos y unidos. Burt es un hombre amable con ambiciones, por su parte Mitzi es una pianista con una frustración que esconde con una alegría demasiado constante. A la hoja de ruta compuesta por los mencionados chicos, se les suma Bennie, un amigo del patriarca, cuyo afán de ser inseparable conlleva cariños insospechados pero no tan inesperados.
Desde el momento en el que se inicia la historia, podemos observar como la sucesión de secuencias presentan un escuadre preciso y un juego de luces exacto que nutren notoriamente las acciones de los personajes, logrando ese encanto habitual en Spielberg, y casi como un doble espejo, promueve ese atractivo a través de la lente en donde el joven Sam embarca sus aventuras más personales. A todo ello se le suma la banda sonora del gran John Williams, que con sus notas musicales le da un sabor especial a cada escena.
El guión es concreto y avanza firme, con tan solo alguna meseta promediando las dos horas de película. La captación de momentos y emociones de los diversos personajes es otro de los puntos altos del film. Mientras Sammy va madurando y enfrentando sus temores y deseos, su padre muda de escenario sus expectativas y su madre se sume en una melancolía que díficilmente tenga solución si no vuelve a las bases.
Es interesante la relación que tiene el protagonista con sus progenitores en ese afán de reflejos, contrastes y compañía ,-de hecho Spielberg dedica el largometraje a sus papás-. Además, el hecho de ser una familia judía a mediados del Siglo XX no era un asunto fácil y los detractores de siempre se los hacen notar frecuentemente.
Gabriel LaBelle interpreta a Samuel Fabelman, en tanto que Paul Dano y Michelle Williams son Burt y Mitzi Fabelman respectivamente. El elenco incluye a Seth Rogen como Bennie, al genial Judd Hirsch como Boris, un tío abuelo de Sam, y al fantástico David Lynch como el director de cine John Ford.
‘The Fabelmans’ ganó el Globo de Oro al Mejor Drama y Como Mejor Director. La cinta tiene siete nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original, Mejor Banda Sonora, Mejor Diseño de Producción, y Mejor Actor y Actriz de Reparto -para Hirsch y Williams-.
‘La vida no es como en las películas’, es una frase que suele repetirse frecuentemente, casi siempre desde un aspecto ideal. De todas formas, quizás, es cuestión de enfrentar los miedos, superar las adversidades, buscar lograr los objetivos y asi crear nuestro propio camino ‘cinematográfico’, trascendiendo incluso los límites de la cámara.
Puntaje: 8,5 de 10
Guillermo Bruno