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“Frenesí”: El último Festín

Por Elena Rodríguez

 

“Frenesí” (Frenzy, 1972) es la penúltima película de Alfred Hitchcock, film que cumplió el pasado 25 de mayo, 50 años desde su estreno, y representa la vuelta a su país de origen y la consolidación de una obra de autor. El titulo original es Frenzy; un thriller protagonizado por Jon Finch, Alec McCowen y Barry Foster en los papeles principales. Basada en la novela “Goodbye Piccadilly, Farewell Leicester Square” de Arthur La Bern.

“Frenesí” es una obra magistral, madura y sobria en la que vemos todas las técnicas, juegos y fetiches del autor que permite al espectador disfrutar de su cine en su esplendor. Principalmente vemos el uso del tópico del falso culpable que supo ser una de las grandes obsesiones del director. Un hombre en el lugar y el momento equivocado y que a partir de allí comienza la narración.

“Frenesí” constituye su vuelta a Inglaterra y observamos a un Hitchcock maduro, desafiante, mucho más explícito y consolidado. Al comenzar vemos una vista panorámica de una ciudad monumental y arrogante pero en la que también un humo negro empaña el cielo radiante de una metrópolis que esconde mucho bajo la alfombra. Solo con dos minutos de lenguaje audiovisual Hitchcock nos introduce en el leiv motiv de la película “Nada es lo que parece” (Now You See Me, 2013).

Londres, ciudad natal de Alfred Hitchcock, aparece aquí como una huella de su estilo, una ciudad global, centro neurálgico en el ámbito de las artes, el comercio y los medios de comunicación. En las orillas del río Támesis comienza el relato, mientras un político brinda un discurso acerca de la seguridad e higiene de la ciudad, aparece en el río el cuerpo de una mujer asesinada, por quien luego se conocerá como “el asesino de la corbata”; enturbiando la imagen de una ciudad en apariencia brillante pero que escatima más de lo muestra. Es en esta escena donde vemos el clásico cameo de Hitchcock que observa el cuerpo en el río. La música acompaña la presentación de la ciudad, y le otorga un cariz épico cuando nos muestra al protagonista de la historia, John Finch interpretando a Richard Blaney.

Richard Blaney es acusado de una serie de crímenes que no cometió pero que se encuentra casualmente vinculado. Otro anclaje importante en esta película es el tópico del psicópata, explorar la psique humana es una cuestión recurrente en este autor.  En este caso al maniático sexual como se lo denomina en el film, vemos a Robert Husk ( Barry Foster) perfectamente integrado socialmente, simpático y servicial pero que debido a su impotencia sexual canaliza su libido estrangulando mujeres. 

A diferencia de otros films, Hitchcock no busca aquí descubrir al asesino, sino que el suspense este puesto en que el espectador trate de desenmarañar el tejido de confusión que se gesta en la narrativa de la película. Se trata de un brillante juego de tensión con el espectador.

El psicoanálisis, tanto como la culpa religiosa son temas que son abordados en muchos de sus films. Los films se convierten en piezas de análisis, casi comparada con la mente para el psicoanalista.  Entendiendo aquí a  la técnica psicoanalítica  como herramienta que sigue el rastro de pistas, vestigios, o señales que el paciente va mostrando a modo de pruebas, para acceder al misterio que se oculta en el mundo inconsciente.

Autor consagrado de obras maestras como ser, “Vértigo”, “Psicosis” (Psycho, 1960) “La ventana indiscreta” (1954) y “Los pájaros” (1963), Hitchcock vuelve a una formula clásica, pero no por eso menor. “Frenesí”, a diferencia de las películas mencionadas, está completamente filmando en Inglaterra y deja plasmado increíbles sutilezas del lenguaje audiovisual como ser el fuera de campo luego del segundo asesinato, cuando la cámara sale lentamente del departamento donde ocurrió el crimen y nos hace parte de una ciudad que ignora semejante aberración y continua con su ritmo habitual. 

Pero también este es uno de sus films más explícitos, el primer asesinato es mostrado hasta con escenas de desnudez y sadismo, y otras escenas que destilan terror como ser la escena del camión donde  el asesino busca quitar un objeto de las manos ya rígidas del cuerpo muerto de Babs (Anna Massey)    

El suspense juega con el espectador en tanto que sentimos empatía por el asesino y solo deseamos que salga de esa situación de tensión. La ironía y el humor negro son claves y nos muestran de manera hilarante la creatividad del maestro del cine. Frenesí tiene puntos  en común con el cine de Darío Argento, en cuanto a la plasticidad de algunas imágenes y el uso de la cámara, y la amplia utilización del zoom.  Este film es una de las ultimas y quizás la mejor película de su periodo crepuscular.

El film pone en cuestión el lugar de la mujer, el cuerpo se vuelve un terreno de lucha tanto políticas como sociales. Frenesí nos muestra la idiosincrasia de la época, en un dialogo con el inspector, el dueño del bar donde trabaja Richard Blaney y Babs (mesera del bar), el inspector le dice que no se preocupe que Babs va a volver porque hoy en día las mujeres pierden más rápido el honor que la ropa. En estas líneas de dialogo vemos el pensamiento instalado en una sociedad donde la mujer estaba en pleno proceso de emancipación de concepciones machistas, con lo cual era vista tal y como lo reproducen estas líneas por sectores conservadores. Si bien se observa estas características propias de la época, Alfred Hicthcock ubica también a la mujer en un lugar central, evidenciando estas contradicciones, y Mrs. Oxford (Vivien Merchant) esposa del inspector Oxford (Alec Mc Cowen) se transforma en una pitonisa y es quien va a resolver el conflicto planteado en el film. 

– Acá pueden ver los textos de todos los alumnos del Laboratorio de Críticas –

Algo más que suspenso