
El cine, las traiciones, los enigmas Por Elen Helen
Cónclave (Conclave, 2024)
La historia de occidente va de la mano de la historia de la religión católica, su capacidad de penetración en imaginarios sociales y la espectacularización de su representación se han convertido en terreno fértil para el cine. El estreno de Cónclave del director alemán Edward Berger estrenada en el año 2024, nominada en ocho categorías a los premios Oscar sirve de excusa para recuperar el estilo de films que tiene como protagonistas a personajes de la curia católica. Cónclave es un thriller político al mejor estilo de las series House of Cards (2013) o Succession (2018) pero en clave religiosa.
El consagrado director Edward Berger pone en escena en esta película con una magistral puesta en escena las controversias presentes en la elección del papa, la conspiración, y traiciones en las internas del Cónclave. Una narración clásica, que termina por convertirse en un juego de detectives, en donde Ralph Fiennes brilla en una interpretación sobria con resonancias mordaces que logran dar vida a un cardenal Thomas Lawrence exquisito. Berger se regodea con una precisa puesta en escena, pero peca de maniqueo y lo que parecía ser un film sobre la Iglesia, y sus diferentes posturas puertas adentro de la sede del Vaticano, se transforma en una película de malos y buenos que poco tiene que ver con la complejidad de los debates teológicos.
El Exorcista del Papa (¨The Pope’s Exorcist, 2023)
El exorcista del Papa es una película estadounidense del año 2023, protagonizada por Rusell Crowe, fue una sorpresa a la hora de hablar de exorcismos y su tratamiento en el cine. Su tono juguetón permitió dar un giro a la solemnidad que tienen las películas que tratan el tema. Recupera la imaginería del terror religioso, utilizando todos los clichés del género pero el tono del film cambia cuando incorpora momentos de humor y gana en singularidad. El exorcista del Papa, está basada en las memorias del padre Gabriele Amorth, “An Exorcist Tells His Story” y “An Exorcist: More Stories”, idea que la hace más seductora a la propuesta. Luego, un niño poseído, la lucha entre el bien y el mal, una iglesia como encubridora de crímenes de la Inquisición, y una crítica desde los márgenes del terror y el gore que la convierten en un film poco pretencioso pero que sorprende y entretiene.
Habemus Papa (Habemus Papam, 2011)
Es una comedia dramática italiana del año 2011, del director Nani Moretti, quizás de las tres es la que mayor se diferencia, ya que, si bien otra vez estamos en la sede del Vaticano, y con la misma premisa de Cónclave, la elección de un nuevo papa. La narración de Moretti va por otro camino, el Cardenal Melville (Michele Piccoli) es elegido como el nuevo director de la iglesia católica, pero, he aquí que sufre un ataque de pánico y se resiste a asumir el cargo. Comienza un derrotero por su mente y por la ciudad de Roma, tratando de encontrarse con él y con su fe. Parte importante del film es el lugar que ocupa la comunicación de la iglesia con la prensa y con sus ciudadanos. La manipulación mediática y puntualmente el espacio que tiene la salud mental son centrales. El humor llega a su punto álgido cuando ingresa el psicoanalista a la santa sede del Vaticano, un desconcertado psicoanalista, protagonizado nada más ni nada menos que por su director Nani Moretti y una serie de eventos surrealistas comienzan a suceder. El papa comienza su camino de huida y liberación y da inicio a la “bomba de humo” por parte del portavoz de la santa sede, Marcin Rajsk (Jerzy Stuhr) hace que todos crean que el Papa está en su habitación en oración. El dilema pasa por acá, por la fe, por un deseo y un camino propio. Una obra amorosa que plantea una orfandad teológica ante la huida del sumo pontífice. Un pueblo expectante y un enfatizado carácter humano hacen de Habemus Papa una película que pone el acento en lo valioso de la naturaleza humana por encima de cualquier sentido sacro.
El denominador común de estas películas reside en las estrategias tejidas a lo largo de la historia para encubrir hechos históricos, posesiones demoníacas, abusos y hasta problemas de salud. Una de las instituciones más antiguas de la historia de occidente es experta en cubrir todo con un manto sagrado de métodos y piadosas artimañas y que el cine se encargó de poner en escena.